Allá en mis años mozos (y quien dice esto dice poco después de aterrizar en Austria) al Cocinero alemán se le ocurrió llevarme a ver uno de los palacios que el rey Luis II de Baviera construyó en su época; uno de esos palacios que no tiene nada que envidiar a mi adorado castillo de los puzles (más conocido por el común de los mortales como Neuschwanstein) y que, al igual que éste, ni llegó a ser construido totalmente ni se llegó a utilizar a largo plazo.
Estoy hablando del Schloss Herrenchiemsee, del que ya os hablé en su momento cuando fui a visitarlo en pleno invierno.
En este caso os quiero ofrecer una imagen distinta: parte de la familia vino hace un tiempo a visitarme por primera vez y, como carecíamos de coche, mi suegro se ofreció muy buenamente a llevarnos a todos al lago Chiemsee para