Dienteaventuras

Con el tiempo se ha visto que el coronavirus ha venido acompañado de unas cuantas cosas; la mayoría de ellas nuevas, algunas malas, otras no tanto, y también las hay de las que deberíamos haber aprendido algo. Lo que a mí me trajo la pandemia y el primer confinamiento fue un diente casi partido al caerse una taza del armario y una muela del juicio. No sé cuál de los dos regalos me gusta menos.

Ahora, después de dos años, mi nueva muela ha decidido que quiere salir y ver mundo, cueste lo que cueste. Y a mí me estaba costando unos dolores de cabeza horribles, así que esta semana por fin me he decidido y la he dejado en libertad.

Para ello, tuve que buscar en primer lugar un dentista, ya que aún a estas alturas yo sigo volviendo al mío en España siempre que estoy de visita. Sin embargo, esta vez no podía esperar tanto y acudí a la doctora a la que va el Cocinero alemán. En cuestión de media hora ya había entrado, me habían hecho una radiografía, me habían preguntado si quería que me sacaran la muela ese mismo día y ésta ya estaba fuera. Así, sin más. Bueno, a cambio de 200€, ya que era un dentista privado.

Lo bueno que tiene este país es que, en estos casos, se puede enviar por correo la factura del doctor, a la que se le añade nuestro número de cuenta, y en un tiempo razonable se recibe una parte de ese dinero de vuelta. Y quien dice por correo dice también a través de una aplicación de la seguridad social que sirve, entre otras cosas, para eso, y la cual sólo puedo recomendar encarecidamente.

Así que, en resumen, mi muela se salió con la suya y yo me quité un peso de encima. Todo ventajas.

El viajar (no siempre) es un placer

Tengo una vecina que me invitó a cenar paella en su casa el mismo día que nos conocimos. Es española, sí. Poco después se convirtió también en amiga y el último título que acumula es el de compañera de trabajo. Y hace pocos días vivimos una experiencia que no sabíamos que acabaría ocurriéndonos a nosotras…

Dado que somos vecinas, aprovechamos cuando se relajaros las medidas para protegernos del coronavirus para ir juntas en un coche, primero con mascarilla y después sin ella, sinceramente. Dos días por semana conduzco yo, otros dos días lleva ella su coche y el del medio nos lo turnanos. Esta historia comienza un día en que le tocaba a ella conducir… su coche de marchas…

Historia de una llegada al mundo – segunda parte

¡Hola a todos! En primer lugar, gracias por vuestra espera, por vuestra paciencia y por entender que no os haya contado (ni os vaya a contar) toda la historia entera con pelos y señales.

¡Hoy vuelvo con muy buenas noticias!

¡Monete ya está aquí! Y el Cocinero alemán y yo no podríamos estar más felices, aunque a veces no paremos de preguntar a las enfermeras si le cogemos correctamente y un montón de otras cosas. Hasta que conozcamos a este pequeño ser no podremos escribir su manual de instrucciones, es lógico.

Bien, prosigo entonces un poco con la historia del otro día.

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Historia de una llegada al mundo – primera parte

Érase una vez un nublado día de noviembre. Uno cualquiera, en el que lo único que había planeado en el horizonte era una visita rutinaria al hospital para saber cómo estaba Monete y para que registraran nuestros datos. Nada que yo no conociera, ya que cuando nació el niño de esa amiga a la que llaman mi hermana la acompañé a pasar la mañana allí y ya tomé nota de todo.

Ya me imaginaba el proceso: yo llegaría al mostrador de recepción, daría mis datos, me harían la revisión normal que me hace mi ginecóloga cada vez que voy, a lo que se sumaría un control de los latidos del corazón del bebé, me darían unos cuantos papeles con información importante de cara al registro del recién nacido, y ala, para casa. Hasta que te toque realmente.

Ya sabía de antemano que en mi caso se añadiría un punto más a esta lista, pero no tenía ni la menor idea de lo que realmente acabaría siendo aquella visita. Sigue leyendo

¿Qué es el Wochengeld?

Hoy me gustaría entrar a detallar un punto de los que varios que comenté en Qué trámites hay que realizar cuando nace un bebé en Austria: el Wochengeld.

¿Qué es esto del Wochengeld exactamente? Yo decía que «ayuda por maternidad», vale, pero, ¿en qué consiste esto? Al menos en Austria, la ley establece que una mujer embarazada tiene prohibido realizar cualquier actividad remunerada durante las ocho semanas anteriores a la fecha prevista de parto / salida de cuentas, ese mismo día (por razones obvias) y ocho semanas después de esa fecha; doce si se trata de un parto múltiple, de un parto prematuro (antes de la semana 38 de embarazo) o de una cesárea.

Con el Wochengeld, lo que se pretende es Sigue leyendo

Qué trámites hay que realizar cuando nace un bebé en Austria

Si ya os hablé hace un tiempo de qué nacionalidad es la que tendrá mi hijo como resultado de una mezcla de madre española y padre alemán, siendo todos nosotros residentes en Austria, en esta ocasión os quiero presentar una lista muy completa (y algo larga) que ha caído en mis manos en la que se señalan todos los trámites que se deben hacer en Austria cuando nace un bebé.

En dicha lista se incluyen varios puntos:

  • Qué trámite se debe realizar.
  • Cuándo debe llevarse a cabo.
  • Dónde o ante qué autoridad se debe presentar.
  • Documentación que hace falta para completar ese proceso.

Interesante, ¿verdad? Pues la lista está en alemán, así que voy a tratar de traducirla como buenamente pueda. En algunos puntos no entraré a dar demasiados detalles porque ya tengo preparadas otras entradas en las que hablaré más sobre ese trámite en concreto. No os preocupéis, que según vaya publicando todo eso dejaré los enlaces por aquí. Además, quisiera añadir de mi propia cosecha algunas otras cosas que también se deben hacer, ya que la lista que he encontrado sólo incluye lo que se debe presentar ante las autoridades austriacas, pero no ante las españolas…

¿Empezamos? Sigue leyendo

Éramos pocos y parió la hermana

No, no, ¡no os asustéis que no soy yo! ¡Que a mí hasta noviembre no me toca! No, la que ha parido es la que todos los desconocidos que nos ven juntas preguntan: «¿Ah, ésta es tu hermana?». Mmm… pues bueno… en realidad sólo somos amigas, y los únicos elementos «genéticos» en que nos parecemos son la altura, en que las dos llevamos gafas, y que las dos hemos nacido en la capital de un país, aunque ni siquiera es el mismo… En fin… la gente… Todo sea por tener temas de conversación.

El caso es que esta muchacha, a la que conocí ayende los tiempos a través de los amigos del fútbol del Cocinero alemán, me saca(ba) ventaja en seis meses con esto del embarazo, y claro, ella ya ha llegado a su límite máximo y el miércoles nos presentó a su niño. Fue niño, sí. Ella no lo sabía, porque no le dio la gana enterarse y por lo tanto su doctora tuvo que mantener el secreto, pero mi madre se lo olía y al final tuvo razón. En cualquier caso, el niño nació bien, pequeño, porque ella tampoco es que mida dos metros, y ya están en casa.

Lo cual a mí me ha venido muy bien (lo de los 6 meses de ventaja) para empezar a investigar ya cositas Sigue leyendo

Próxima afición: visitas a hospitales

Permitidme que os dé un consejo: si alguna vez pasáis por quirófano, dedicad el resto de ese día a dormir. No hay mejor cura. Eso, y alguna que otra pastilla para el dolor, es lo mejor que se puede hacer durante las primeras horas.

Eso es precisamente a lo que dediqué la tarde del día de ayer, después de acabar con la operación más tonta y, al mismo tiempo, probablemente más larga de la historia. Volví al hospital, y recorrí de nuevo la línea amarilla, pero al final de la misma ya no me estaba esperando la misma doctora, sino dos doctores (dos hombres, muy majos, por cierto) que redujeron el tiempo de la intervención a la mitad. Esa es la parte buena. La parte menos chula es Sigue leyendo