Nueva ley para votar desde el extranjero

Hace ya un tiempo expliqué detenidamente cómo votar en las elecciones españolas si se está viviendo en Austria. Pues los residentes en el extranjero estamos de enhorabuena, ya que desde septiembre de 2022 existe una nueva ley que suprime el voto rogado; es decir, los españoles que no vivimos en España ya no tenemos que solicitar el envío de la documentación electoral como os conté en su momento, sino que ahora recibimos directamente un sobre como éste:

… en el que se incluyen los siguientes documentos:

Es decir, que el procedimiento es el mismo de siempre, con la diferencia de que ahora nos llega la documentación de forma automática, siempre y cuando estemos dados de alta en el registro de ciudadanos residentes en el extranjero.

Por lo demás, hay poco nuevo que añadir, pero si alguien aún tiene dudas o es la primera vez que se enfrenta a este trámite, en el resto de entradas que ya he publicado sobre el tema se pueden encontrar todos los detalles:

Y ahora que es más sencillo conseguir la documentación y votar, yo espero que se nos tenga más en cuenta cuando se produzcan nuevas elecciones y que quienes residen en cualquier país que no sea España aprovechen la ocasión para ejercer su derecho a voto.

El consulado honorario de España en Salzburgo

Hace unos años os contaba que el consulado español se encontraba en un club de golf en medio de un campo en una localidad llamada Henndorf. Pues bien, la por aquél entonces mujer encargada de estas labores se retiró a mediados de 2018 del servicio a nuestra patria y dio paso a la nueva cónsul honoraria, Doña Ana de Timoteo, una mujer encantadora que, además, nos ha acercado los trámites a todos al trasladar la sede del Consulado a la ciudad de Salzburgo.

Ésta se localiza ahora en la Erzabt-Klotz-Straße 21A y ofrece la ventaja de poder llegar allí a través del transporte público o, si se prefiere o requiere, también en coche, ya que dispone de un aparcamiento para visitantes al lado del edificio. Podéis observar el aspecto que tiene el mismo bajo estas líneas.

Para obtener más información relativa a los datos y la forma de contactar con el Consulado, os dejo aquí el enlace del Ministerio de Asuntos exteriores.

Algunos de los trámites que se pueden realizar aquí os los he ido contando a lo largo de varias entradas. No obstante, os recomiendo consultar este último enlace para obtener toda la información actualizada que existe sobre el tema.

¡Feliz feliz aniversario!

Justo hoy hace dos años que me casé. ¡Ah! ¡Espera! Que nunca llegué a escribir sobre aquello… Pues habrá que retroceder un poco en el tiempo…

Allá por el año 2019, en una acción bastante poco impresionante y carente por completo de romanticismo, pero no por ello falta de sorpresa, el Cocinero alemán me preguntó si quería casarme con él. Mi respuesta fue: «pero no quiero una boda grande».

Pasaron los meses y comenzamos a organizar cosas. Yo me apunté a esa web donde te recuerda cada día cuánto queda para la gran fecha, cuándo hay que reservar cada cosa, etc., y nos dedicamos a escribir una lista de invitados que no paraba de crecer y crecer.

En el camino de esa aventura nos topamos con la burocracia, esa vieja conocida mía. Nuestra idea original era casarnos por lo grande en septiembre de 2020, y la boda civil queríamos hacerla antes de esa fecha, nos daba igual que fuera un día o un mes antes… Simplemente, cuando estuviera el papeleo preparado. Ahora bien, en ningún caso con una diferencia mayor de seis meses entre ambas fechas, porque, si no, la documentación pierde su validez. Así que en enero nos pusimos a ello.

La funcionaria de nuestro ayuntamiento nos ayudó en todo el proceso. Lo que a nosotros nos pidió fue lo siguiente:

  • Documento de identidad. Ella nos hizo las copias correspondientes, pero a lo mejor hay quienes no tienen tiempo o ganas, por lo que siempre es aconsejable llevarlas, por si acaso.
  • Meldezettel de ambos, para comprobar nuestro lugar de residencia.
  • Certificado de nacimiento, que en mi caso tuve que mandar traducir (con traducción jurada) por aquello del idioma, aparte de presentar también el original, a pesar de que ella no entendía nada.
  • La llamada Ehefähigkeitsurkunde, o, como se llama en España, certificado de capacidad matrimonial, que sirve para demostrar que se está soltero y por lo tanto se puede uno casar.

Este último punto fue en un caso fácil y en el otro más complicado. A la hora de obtener la documentación del Cocinero alemán, la funcionaria se encargó personalmente de ello, dado que entre las administraciones de estos dos países existen acuerdos para ello. En el caso español, nos costó un poco más…

Primero tuve que informarme a través de la Embajada de España en Viena sobre cuáles eran los pasos a seguir. El primero de todos ellos fue tramitar la solicitud del certificado de capacidad matrimonial, para lo cual es necesario rellenar un formulario que se puede descargar en este enlace, y al cual hay que acompañar de una serie de documentación, básicamente la misma que me pidieron en mi ayuntamiento. Todo ello se remite por correo electrónico y, si no falta ningún documento, se tardan aproximadamente ocho semanas hasta que se puede dar el siguiente paso.

En nuestro caso, ese trámite se alargó algo más de la cuenta, ya que en esa fecha comenzó el confinamiento debido al coronavirus, y como el mundo entero se paró, así también lo hizo nuestra solicitud.

En el mes de mayo recibimos por fin confirmación de que todo estaba en orden y, por lo tanto, podíamos concertar una cita presencial en la Embajada para ratificar nuestra solicitud y presentar los originales de los documentos enviados previamente.

Ya había oído a algunas personas comentar que dicha entrevista se hacía a ambos contrayentes por separado, como en las películas, para comprobar que no se trata de un matrimonio de conveniencia. En nuestro caso, las tres horas de viaje hasta allí (más las otras tres de vuelta) se redujeron a una entrevista conjunta de media hora de duración; ya que habían visto que llevábamos años compartiendo dirección y, además, hay un retoño en común.

Nos dijeron, también, que teníamos que dejar pasar creo que 48 horas o algo así (del tiempo exacto ya no me acuerdo bien), en el cual se haría pública nuestra intención de casarnos, en caso de que alguien tuviera algo que objetar en contra de ese matrimonio. Y, después, si no había quejas, ya recibiríamos mi certificado, que nuestro ayuntamiento aún seguía necesitando.

Con todo esto llegamos ya al mes de junio y solamente teníamos hasta primeros de julio si queríamos hacer la boda civil antes de que acabaran los seis meses de plazo. De lo contrario, habría que repetir todo el proceso desde el principio, visita a la Embajada incluida.

A últimos de junio por fin recibimos toda la documentación, y acordamos una cita para la boda con la funcionaria: el siguiente sábado, que era el último de mes, y que cayó en tal día como hoy. Es decir, no elegimos la fecha para conmemorar algo especial, sino porque era la última opción que nos quedaba.

A pesar de que fue una boda en la que solamente estuvimos nosotros tres presentes más dos amigos, yo me quise atener a la regla esa que cuentan por ahí y llevé algo nuevo (los zapatos, que en teoría iban a ser para la boda grande), algo viejo (el vestido, que ya había intentado usar sin éxito para dos bodas anteriores), algo azul (las uñas de los pies, ya que el vestido era verde y no conjuntaba muy bien) y algo prestado (la pulsera de una amiga). Yo lloré, como me pasa en todas las bodas, firmamos, nos fuimos a comer y a las dos estábamos de vuelta en casa para la siesta de Monete.

A la Embajada tuvimos que enviar posteriormente una copia del certificado de matrimonio y el libro de familia que ya teníamos para que inscribieran el acontecimiento.

Y esto fue todo en realidad. La boda grande la tuvimos que aplazar, ya que por motivos sanitarios no podían hacerse grandes celebraciones… Y al año siguiente cuando parecía que la cosa iba algo mejor resultó que no lo era del todo y, ante varias bajas importantes y algo de inseguridad respecto a las medidas sanitarias, decidimos dejarlo como estaba. Y no, ya no va a haber boda grande, porque a mí, después de dos intentos, ya no me apetece volver a empezar con los preparativos y porque, aunque no pudiera venir nadie de la familia por lo precipitado de la fecha, en realidad tuve la boda pequeña que yo quería.

Fin.

PD. Si alguien necesita información más oficial que la que yo pueda aportar, aquí está todo incluido.

Cómo renovar mi carnet de conducir español en Austria

Como casi todo en esta vida, también los carnets de conducir tienen una fecha de caducidad. ¿Y qué pasa si me pilla en Austria, y yo me saqué el carnet en España? ¿Tengo que volver a España para renovarlo, como ocurre con el DNI? ¿Tengo que ir a la Embajada en Viena? Ninguna de esas opciones es correcta…

O, al menos, ya no, porque por lo que yo tengo entendido, hace unos años sí había que desplazarse hasta la Embajada. Ahora, por suerte (o por desgracia, según se mire) ya no es necesario. Todo lo que hay que hacer es seguir estos pasos:

  1. Contactar con la Landespolizeidirektion (= sede de la policía estatal) de nuestra zona, en primer lugar, para informarse sobre si se necesita una cita para acudir o no, especialmente en estos tiempos de pandemia. Para quienes vivimos en Salzburgo y sus alrededores, la sede que nos corresponde es la que se encuentra en la Alpenstraße 90, en un edificio blanco. Cuando yo llamé me dijeron que podía acudir sin cita y que necesitaba:
  2. Llevar consigo fotografías de tamaño carnet (a mí solamente me hizo falta presentar una, aunque llevé cuatro, por si acaso), el carnet que va a caducar / ya ha caducado y 50€ para pagar las tasas de expedición (el precio exacto fueron 49,50).
  3. Una vez allí, la trabajadora situada detrás del mostrador me preguntó cuánto tiempo llevo viviendo en Austria y cuánto tiempo tengo pensado quedarme aquí – imagino que, si uno se vuelve a vivir a España un mes después, lo más probable es que le digan que espere y tramite la renovación a su vuelta. Como mi respuesta le resultó satisfactoria, me dio un formulario que tuve que rellenar indicando, entre otras cosas, mis datos personales, el motivo por el que solicitaba un nuevo carnet de conducir (incido en lo de NUEVO, no se trata de una renovación ya que no me pueden dar otro carnet español si no estoy en España, sino que hay que solicitar otro porque el que se posee caduca), y por qué medio deseaba que me llegara (si iba yo personalmente a recogerlo o prefería que me fuera enviado por correo).
  4. A continuación, me hizo esperar unos breves minutos hasta que hizo una «comprobación con España» (palabras textuales) y, al finalizar, se quedó mi carnet (que ya estaba a punto de caducar) y me entregó a cambio una hoja en la que aparecen mis datos personales y en la que se indica que puedo circular con la misma porque estoy a la espera de que me expidan el nuevo carnet (por si acaso me lo pidieran en algún control y, evidentemente, no lo llevara conmigo).

Como yo solicité que me lo enviaran a casa por correo, me indicó que suele tardar aproximadamente una semana en llegar y que, si no es así, se debe contactar con ellos de nuevo. Y ¡oh, sorpresa! Yo realicé todo este trámite el viernes de la semana pasada casi a mediodía, y este mismo martes a primera hora de la mañana ya tenía el carnet en mi buzón. Un carnet (como habréis podido averiguar) austriaco, no español. Eficacia austriaca. O que no tienen muchas solicitudes a las que atender últimamente. Aunque también podría haberme pasado como a una conocida, que tuvo que esperar (no sé por qué) un mes a que le llegara, y sólo lo recibió después de ponerse ella en contacto con la policía.

En cualquier caso, lo que quiero decir con esto es que se trata de un trámite relativamente rápido de llevar a cabo, indoloro (salvo por los 50€, tal vez) y se aprende algo nuevo sobre la burocracia de este país.

Para quien quiera indagar un poco más sobre este asunto, aquí os dejo un par de links:

Sirenas, alarmas y números de teléfono útiles en Austria

Quien viva o esté de paso por Austria, tal vez habrá podido comprobar que hay ciertos momentos en que se oye cómo suenan unas sirenas. Las hay de varios tipos, es decir, que según la intensidad y duración de las mismas, el significado es uno u otro.

A mí al principio también me costaba diferenciarlas entre sí – de hecho, a día de hoy aún tengo que mirar qué significan cada vez que oigo una de las que no se oyen habitualmente – y, por ello, y pensando que a lo mejor no soy la única a quien le ocurre, hoy os cuento para qué sirven:

Qué hacer con niños en Salzburgo (y alrededores)

Pregunta interesante donde las haya, ya que no siempre se encuentra mucha información al respecto o ésta está incompleta en lo que se refiere a edades, a si el recorrido está adaptado para, por ejemplo, llevar carros o sillas de ruedas, a si hay sitios donde poder comer o comprar algo o si me tengo que llevar una mochila cargada de cosas, etc.

Por eso me he propuesto escribir una entrada (ésta), la única que iré actualizando periódicamente (ya que el resto procuro no tocarlas una vez publicadas) para intentar ayudar a padres que busquen actividades de ocio y tiempo libre que llevar a cabo con sus churumbeles cuando estén en Salzburgo.

De acuerdo, hay webs como TripAdvisor que también están para eso, pero yo también quiero aportar mi granito de arena. Ahí va:

Schloss / Palacio y jardines de Hellbrunn

  • Localización: Fürstenweg 37, 5020 Salzburg.
  • Cómo llegar hasta allí: El autobús número 25 para en una de las esquinas del recinto; o si se accede con vehículo privado, hay varias zonas donde aparcar.
  • Accesos adaptados para carros / sillas de ruedas: SÍ en los jardines y juegos de agua. También hay baños adaptados.
  • Restaurante / cafetería: sí.
  • Edades recomendadas: cualquiera, si bien hay partes que a los niños pueden resultarles más aburridas. Por ejemplo, a Monete, con 2 años y medio, el museo no le interesa demasiado, pero podríamos estar horas paseando por los jardines y viendo los saltos de agua.
  • Más información en el Blog aquí.
  • Más información en la web oficial.

Freizeitpark Ruhpolding (en Baviera, Alemania)

  • Localización: Vorderbrand 7, 83324 Ruhpolding, Alemania.
  • Cómo llegar hasta allí: en coche, siguiendo las indicaciones del navegador (que no voy a repetir aquí, porque si no, no acabo nunca) se tarda algo menos de una hora desde Salzburgo. También se puede llegar en transporte público cogiendo el tren hasta la estación Bahnhof Traunstein; allí hay que hacer transbordo a la vía 1a y continuar con el tren regional hasta Ruhpolding, desde donde se puede continuar andando (según la web son unos 4,5 km) o bien en autobús, con la línea 9532 hasta Freizeitpark. ¡ATENCIÓN! Esta información está sacada directamente de la web del parque, así que no puedo confirmar nada más, ya que yo solo conozco el trayecto en coche.
  • Accesos adaptados para carros / sillas de ruedas: SÍ, si bien el acceso hasta el parque desde el aparcamiento normal implica una cuesta arriba bastante empinada. Hay también, no obstante, otro aparcamiento para minusválidos, que se ahorra esa cuesta.
  • Restaurante / cafetería: sí. Y en los baños hay cambiador de pañales.
  • Edades recomendadas: cualquiera, hay «atracciones» que son para niños más pequeños y otras para más grandes, pero se lo puede pasar bien cualquier miembro de la familia.
  • Más información en la web oficial.

SnowTubing en Faistenau (alrededores de Salzburgo)

  • Localización: Stegleitenstrasse 10, 5324 Faistenau.
  • Cómo llegar hasta allí: La mejor opción es en coche; no se ve cerca ninguna parada de tren y, para averiguar algo más acerca de los autobuses, había que buscar en la región para el día en concreto en que se quiera acudir.
  • Accesos adaptados para carros / sillas de ruedas: no.
  • Restaurante / cafetería: se trata más bien de una cabaña en la que se puede adquirir algo de comer y de beber; si bien en plena pandemia no existe la posibilidad de sentarse, a menos que se haga directamente sobre el suelo (nevado)
  • Edades recomendadas: cualquiera a partir de la cual los niños puedan valerse relativamente bien por sí mismos, es decir: yo no lo veo adecuado para bebés, pero a partir de los dos o tres años (dependiendo del niño, claro está) se puede pasar un buen rato.
  • Más información en su página web.

Ruego me disculpéis si esta lista crece despacio, pero me gustaría incluir sitios que que ya haya visitado personalmente con Monete, o del que alguien con al menos un niño de acompañante me haya dado referencias.

Si alguien cree que a esta (humilde) lista se le puede añadir algo más, le invito a que lo comparta en los comentarios o directamente conmigo a través de cualquiera de los medios de contacto de que disponéis por aquí, y lo incluiré encantada.

Cómo votar en las elecciones generales españolas de 2019 desde Austria (1)

Como decía ayer mismo, estando en Austria puedo elegir al alcalde del pueblo en el que vivo pero también tengo derecho a elegir a los representantes de las Cortes españolas, aunque ya no viva allí. ¿Y qué mejor momento que éste para recordar cuáles son los trámites que debemos realizar desde el extranjero para poder votar?

Cuando tuvieron lugar las elecciones de 2016 os conté aquí mismo todos los pasos que debían llevarse a cabo para poder ejercer nuestro derecho a voto, empezando por saber si estoy de paso o resido en el extranjero y cómo proceder en cada caso.

En esta ocasión quiero presentaros cada uno de los pasos por separado, para no alargar la lectura y para poder ir avanzando poco a poco sin esperar hasta última hora.

Sigue leyendo

Blogger Recognition Award

Érase una vez, allá por 2014, que una persona llamada Eve Estelle, creadora del blog Edge of the Night, decidió inaugurar unos premios de estos que nos gustan tanto a quienes escribimos en este mundo virtual, y de ahí surgió el Blogger Recognition Award. ¿Y por qué digo que nos gustan tanto? Pues porque animan mucho. Cuando uno comienza a escribir, no siempre sabe si servirá para algo, si le interesará a alguien, si tendrá visitas o no… Y cuando se recibe una nominación de este tipo, quiere decir que no sólo se está haciendo una buena labor, sino que a alguien le gusta aquello que escribimos.

En mi caso, y a pesar de que ahora cada día está más dedicado a mi familia que a contaros mis aventuras – y que conste que me gustaría que los días tuvieran un par de horas más para poder escribir sobre una infinidad de cosas -, Montse, del blog Kartoffel Tortilla, ha decidido que yo también merezco esta nominación. ¡Gracias Montse! Sigue leyendo