Cómo tramitar y renovar el DNI de mi hijo español estando en Austria

Para poder realizar este trámite es importante que el niño ya esté inscrito en el registro de residentes de la Embajada; si se tratara de un caso urgente tipo «hemos perdido / nos han robado la documentación del menor y no podemos volver de nuestro viaje» o algo así, yo recomendaría contactar con la policía y con la embajada (o consulado, en su caso) directamente.

Bien, dicho esto es preciso aclarar que los niños de hasta 12 años pueden llevar a cabo este trámite en el Consulado; para niños que superen esa edad y adultos será preciso acudir a la Embajada, pero eso es algo de lo que ya he hablado en otro lugar.

Lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con el Consulado o Embajada (dependiendo de la edad del menor y de qué nos quede más cerca) para concertar una cita. Si vamos a acudir al Consulado, será necesario comunicar esta decisión igualmente a la Embajada, para que remitan el expediente correspondiente al Consulado y que desde allí puedan llevar a cabo el trámite.

Una vez iniciado el proceso, debemos reunir y aportar los siguientes documentos cuando acudamos a nuestra cita:

  • Dos copias del consentimiento para la expedición del pasaporte de un menor, cada una de ellas rellenada y firmada por uno de los progenitores.
  • DNI o pasaporte en original y fotocopia. Yo suelo llevar la fotocopia de los documentos de nosotros tres.
  • Una foto del menor.
  • Fotocopia del resguardo de pago del pasaporte a nombre y cuenta de la Embajada española.

Cuando hayamos presentado toda esta información y confirmado que los datos que la Embajada dispone nuestro hijo son correctos, se enviarán desde el Consulado y nosotros recibiremos, aproximadamente un mes después, la confirmación de que se remite el pasaporte de nuevo al Consulado, con quien habremos de ponernos de nuevo en contacto para concertar una cita e ir a recogerlo.

Para más información, os recomiendo visitar directamente el apartado dedicado a este tema en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores.

La embajada de España en Austria

Si hace unos días os enseñaba dónde se encuentra el Consulado español en Salzburgo, hoy os quiero mostrar la Embajada española en Viena, por si alguien no la conoce o tiene que ir por primera vez y quiere ver una foto del edificio. Sería esta:

En un día de lluvia, aunque también luce el sol a su alrededor.

Se encuentra en la Argentinierstrasse 34, 1040 Viena y, lo bueno de este lugar es que, para aquellos que no residimos en Viena, existe la opción de desplazarse hasta allí tanto empleando el transporte público como un vehículo privado, ya que bajando esa misma calle, a mano derecha, hay un parking cubierto – si es que no quedan aparcamientos libres en la propia calle.

Para llegar allí mediante el transporte público, la web de la Embajda hace la siguiente recomendación:

  • Metro:  línea U1 (paradas «Taubstummengasse» o «Südtiroler Platz»)
  • Autobús: línea 13A (parada «Belvederegasse» o «Argentinierstrasse»)
  • Tranvía: línea D (parada «Schloss Belvedere»)
  • Tren​: parada «Südtiroler Platz» o «Südbahnhof» (actual «Hauptbahnhof»)​

Es importante averiguar en primer lugar si, para llevar a cabo el trámite que requerimos, se puede acudir sin cita previa o si, por el contrario, es preciso reservar una cita. No vayamos a darnos el paseo o viaje en balde.

¿Y cuál es la diferencia entre Embajada y Consulado? La Embajada es el organismo de máxima autoridad de un país en otro Estado. Ejerce funciones diplomáticas y de representación, además de llevar a cabo determinados trámites para los ciudadanos que tienen ese país de origen. Si bien suele ser común que sólo exista una Embajada en cada país, puede haber varios consulados repartidos en distintas regiones, y éstos desempeñan otro tipo de funciones de asistencia y atención, además del trámite de otra clase de documentos.

Si alguien desea añadir algún otro dato o curiosidad sobre la Embajada, ¡le invito a hacerlo bajo estas líneas!

El consulado honorario de España en Salzburgo

Hace unos años os contaba que el consulado español se encontraba en un club de golf en medio de un campo en una localidad llamada Henndorf. Pues bien, la por aquél entonces mujer encargada de estas labores se retiró a mediados de 2018 del servicio a nuestra patria y dio paso a la nueva cónsul honoraria, Doña Ana de Timoteo, una mujer encantadora que, además, nos ha acercado los trámites a todos al trasladar la sede del Consulado a la ciudad de Salzburgo.

Ésta se localiza ahora en la Erzabt-Klotz-Straße 21A y ofrece la ventaja de poder llegar allí a través del transporte público o, si se prefiere o requiere, también en coche, ya que dispone de un aparcamiento para visitantes al lado del edificio. Podéis observar el aspecto que tiene el mismo bajo estas líneas.

Para obtener más información relativa a los datos y la forma de contactar con el Consulado, os dejo aquí el enlace del Ministerio de Asuntos exteriores.

Algunos de los trámites que se pueden realizar aquí os los he ido contando a lo largo de varias entradas. No obstante, os recomiendo consultar este último enlace para obtener toda la información actualizada que existe sobre el tema.

¡Feliz feliz aniversario!

Justo hoy hace dos años que me casé. ¡Ah! ¡Espera! Que nunca llegué a escribir sobre aquello… Pues habrá que retroceder un poco en el tiempo…

Allá por el año 2019, en una acción bastante poco impresionante y carente por completo de romanticismo, pero no por ello falta de sorpresa, el Cocinero alemán me preguntó si quería casarme con él. Mi respuesta fue: «pero no quiero una boda grande».

Pasaron los meses y comenzamos a organizar cosas. Yo me apunté a esa web donde te recuerda cada día cuánto queda para la gran fecha, cuándo hay que reservar cada cosa, etc., y nos dedicamos a escribir una lista de invitados que no paraba de crecer y crecer.

En el camino de esa aventura nos topamos con la burocracia, esa vieja conocida mía. Nuestra idea original era casarnos por lo grande en septiembre de 2020, y la boda civil queríamos hacerla antes de esa fecha, nos daba igual que fuera un día o un mes antes… Simplemente, cuando estuviera el papeleo preparado. Ahora bien, en ningún caso con una diferencia mayor de seis meses entre ambas fechas, porque, si no, la documentación pierde su validez. Así que en enero nos pusimos a ello.

La funcionaria de nuestro ayuntamiento nos ayudó en todo el proceso. Lo que a nosotros nos pidió fue lo siguiente:

  • Documento de identidad. Ella nos hizo las copias correspondientes, pero a lo mejor hay quienes no tienen tiempo o ganas, por lo que siempre es aconsejable llevarlas, por si acaso.
  • Meldezettel de ambos, para comprobar nuestro lugar de residencia.
  • Certificado de nacimiento, que en mi caso tuve que mandar traducir (con traducción jurada) por aquello del idioma, aparte de presentar también el original, a pesar de que ella no entendía nada.
  • La llamada Ehefähigkeitsurkunde, o, como se llama en España, certificado de capacidad matrimonial, que sirve para demostrar que se está soltero y por lo tanto se puede uno casar.

Este último punto fue en un caso fácil y en el otro más complicado. A la hora de obtener la documentación del Cocinero alemán, la funcionaria se encargó personalmente de ello, dado que entre las administraciones de estos dos países existen acuerdos para ello. En el caso español, nos costó un poco más…

Primero tuve que informarme a través de la Embajada de España en Viena sobre cuáles eran los pasos a seguir. El primero de todos ellos fue tramitar la solicitud del certificado de capacidad matrimonial, para lo cual es necesario rellenar un formulario que se puede descargar en este enlace, y al cual hay que acompañar de una serie de documentación, básicamente la misma que me pidieron en mi ayuntamiento. Todo ello se remite por correo electrónico y, si no falta ningún documento, se tardan aproximadamente ocho semanas hasta que se puede dar el siguiente paso.

En nuestro caso, ese trámite se alargó algo más de la cuenta, ya que en esa fecha comenzó el confinamiento debido al coronavirus, y como el mundo entero se paró, así también lo hizo nuestra solicitud.

En el mes de mayo recibimos por fin confirmación de que todo estaba en orden y, por lo tanto, podíamos concertar una cita presencial en la Embajada para ratificar nuestra solicitud y presentar los originales de los documentos enviados previamente.

Ya había oído a algunas personas comentar que dicha entrevista se hacía a ambos contrayentes por separado, como en las películas, para comprobar que no se trata de un matrimonio de conveniencia. En nuestro caso, las tres horas de viaje hasta allí (más las otras tres de vuelta) se redujeron a una entrevista conjunta de media hora de duración; ya que habían visto que llevábamos años compartiendo dirección y, además, hay un retoño en común.

Nos dijeron, también, que teníamos que dejar pasar creo que 48 horas o algo así (del tiempo exacto ya no me acuerdo bien), en el cual se haría pública nuestra intención de casarnos, en caso de que alguien tuviera algo que objetar en contra de ese matrimonio. Y, después, si no había quejas, ya recibiríamos mi certificado, que nuestro ayuntamiento aún seguía necesitando.

Con todo esto llegamos ya al mes de junio y solamente teníamos hasta primeros de julio si queríamos hacer la boda civil antes de que acabaran los seis meses de plazo. De lo contrario, habría que repetir todo el proceso desde el principio, visita a la Embajada incluida.

A últimos de junio por fin recibimos toda la documentación, y acordamos una cita para la boda con la funcionaria: el siguiente sábado, que era el último de mes, y que cayó en tal día como hoy. Es decir, no elegimos la fecha para conmemorar algo especial, sino porque era la última opción que nos quedaba.

A pesar de que fue una boda en la que solamente estuvimos nosotros tres presentes más dos amigos, yo me quise atener a la regla esa que cuentan por ahí y llevé algo nuevo (los zapatos, que en teoría iban a ser para la boda grande), algo viejo (el vestido, que ya había intentado usar sin éxito para dos bodas anteriores), algo azul (las uñas de los pies, ya que el vestido era verde y no conjuntaba muy bien) y algo prestado (la pulsera de una amiga). Yo lloré, como me pasa en todas las bodas, firmamos, nos fuimos a comer y a las dos estábamos de vuelta en casa para la siesta de Monete.

A la Embajada tuvimos que enviar posteriormente una copia del certificado de matrimonio y el libro de familia que ya teníamos para que inscribieran el acontecimiento.

Y esto fue todo en realidad. La boda grande la tuvimos que aplazar, ya que por motivos sanitarios no podían hacerse grandes celebraciones… Y al año siguiente cuando parecía que la cosa iba algo mejor resultó que no lo era del todo y, ante varias bajas importantes y algo de inseguridad respecto a las medidas sanitarias, decidimos dejarlo como estaba. Y no, ya no va a haber boda grande, porque a mí, después de dos intentos, ya no me apetece volver a empezar con los preparativos y porque, aunque no pudiera venir nadie de la familia por lo precipitado de la fecha, en realidad tuve la boda pequeña que yo quería.

Fin.

PD. Si alguien necesita información más oficial que la que yo pueda aportar, aquí está todo incluido.

Cómo renovar mi carnet de conducir español en Austria

Como casi todo en esta vida, también los carnets de conducir tienen una fecha de caducidad. ¿Y qué pasa si me pilla en Austria, y yo me saqué el carnet en España? ¿Tengo que volver a España para renovarlo, como ocurre con el DNI? ¿Tengo que ir a la Embajada en Viena? Ninguna de esas opciones es correcta…

O, al menos, ya no, porque por lo que yo tengo entendido, hace unos años sí había que desplazarse hasta la Embajada. Ahora, por suerte (o por desgracia, según se mire) ya no es necesario. Todo lo que hay que hacer es seguir estos pasos:

  1. Contactar con la Landespolizeidirektion (= sede de la policía estatal) de nuestra zona, en primer lugar, para informarse sobre si se necesita una cita para acudir o no, especialmente en estos tiempos de pandemia. Para quienes vivimos en Salzburgo y sus alrededores, la sede que nos corresponde es la que se encuentra en la Alpenstraße 90, en un edificio blanco. Cuando yo llamé me dijeron que podía acudir sin cita y que necesitaba:
  2. Llevar consigo fotografías de tamaño carnet (a mí solamente me hizo falta presentar una, aunque llevé cuatro, por si acaso), el carnet que va a caducar / ya ha caducado y 50€ para pagar las tasas de expedición (el precio exacto fueron 49,50).
  3. Una vez allí, la trabajadora situada detrás del mostrador me preguntó cuánto tiempo llevo viviendo en Austria y cuánto tiempo tengo pensado quedarme aquí – imagino que, si uno se vuelve a vivir a España un mes después, lo más probable es que le digan que espere y tramite la renovación a su vuelta. Como mi respuesta le resultó satisfactoria, me dio un formulario que tuve que rellenar indicando, entre otras cosas, mis datos personales, el motivo por el que solicitaba un nuevo carnet de conducir (incido en lo de NUEVO, no se trata de una renovación ya que no me pueden dar otro carnet español si no estoy en España, sino que hay que solicitar otro porque el que se posee caduca), y por qué medio deseaba que me llegara (si iba yo personalmente a recogerlo o prefería que me fuera enviado por correo).
  4. A continuación, me hizo esperar unos breves minutos hasta que hizo una «comprobación con España» (palabras textuales) y, al finalizar, se quedó mi carnet (que ya estaba a punto de caducar) y me entregó a cambio una hoja en la que aparecen mis datos personales y en la que se indica que puedo circular con la misma porque estoy a la espera de que me expidan el nuevo carnet (por si acaso me lo pidieran en algún control y, evidentemente, no lo llevara conmigo).

Como yo solicité que me lo enviaran a casa por correo, me indicó que suele tardar aproximadamente una semana en llegar y que, si no es así, se debe contactar con ellos de nuevo. Y ¡oh, sorpresa! Yo realicé todo este trámite el viernes de la semana pasada casi a mediodía, y este mismo martes a primera hora de la mañana ya tenía el carnet en mi buzón. Un carnet (como habréis podido averiguar) austriaco, no español. Eficacia austriaca. O que no tienen muchas solicitudes a las que atender últimamente. Aunque también podría haberme pasado como a una conocida, que tuvo que esperar (no sé por qué) un mes a que le llegara, y sólo lo recibió después de ponerse ella en contacto con la policía.

En cualquier caso, lo que quiero decir con esto es que se trata de un trámite relativamente rápido de llevar a cabo, indoloro (salvo por los 50€, tal vez) y se aprende algo nuevo sobre la burocracia de este país.

Para quien quiera indagar un poco más sobre este asunto, aquí os dejo un par de links:

Cómo registrar a mi hijo nacido en Austria ante las autoridades austriacas

Ya sabemos cuáles son los trámites que hay que realizar cuando nace un bebé en Austria y hemos entrado a detallar cómo se lleva a cabo el registro ante las autoridades españolas. Hoy veremos con más calma qué tres elementos debemos gestionar para que nuestro hijo esté legalizado en este país y así podamos optar a las ayudas correspondientes. Sigue leyendo

Cómo registrar a mi hijo nacido en Austria ante las autoridades españolas

Como ya os dije en su momento, un hijo de madre española nacido en Austria adquiere la nacionalidad española a través de su madre. Ahora bien, ¿qué trámites deben realizarse para inscribir a ese bebé ante las autoridades españolas? ¿Dónde hay que acudir? ¿Existe un plazo para hacer todo eso? A continuación os cuento todo paso a paso: Sigue leyendo

Qué trámites hay que realizar cuando nace un bebé en Austria

Si ya os hablé hace un tiempo de qué nacionalidad es la que tendrá mi hijo como resultado de una mezcla de madre española y padre alemán, siendo todos nosotros residentes en Austria, en esta ocasión os quiero presentar una lista muy completa (y algo larga) que ha caído en mis manos en la que se señalan todos los trámites que se deben hacer en Austria cuando nace un bebé.

En dicha lista se incluyen varios puntos:

  • Qué trámite se debe realizar.
  • Cuándo debe llevarse a cabo.
  • Dónde o ante qué autoridad se debe presentar.
  • Documentación que hace falta para completar ese proceso.

Interesante, ¿verdad? Pues la lista está en alemán, así que voy a tratar de traducirla como buenamente pueda. En algunos puntos no entraré a dar demasiados detalles porque ya tengo preparadas otras entradas en las que hablaré más sobre ese trámite en concreto. No os preocupéis, que según vaya publicando todo eso dejaré los enlaces por aquí. Además, quisiera añadir de mi propia cosecha algunas otras cosas que también se deben hacer, ya que la lista que he encontrado sólo incluye lo que se debe presentar ante las autoridades austriacas, pero no ante las españolas…

¿Empezamos? Sigue leyendo